Venta, Casa, Cantabria

Torre del siglo XVI restaurada con siete suites
En el Valle de Toranzo, corazón de la Cantabria rural en pura esencia, esta posada combina el encanto de la cultura y tradiciones arquitectónicas regionales, con la raíces palaciegas y reales de su propia historia.
Cercana al monasterio de la Virgen del Soto, la posada alberga el encanto de sus inicios. Denominada por algunos La Torre de Los Sierra, por el linaje de la familia que ostentó su propiedad, otros, La Torre de Iruz.
Un inmueble digno de reyes, datada -por sus trazas- en la segunda mitad del Siglo XVI o inicios del XVII, marca la transición entre las construcciones más antiguas, como las torres-fortalezas medievales y las señoriales de estilo neoclásico y barroco posteriores.
El inmueble se desarrolla en cuatro plantas, edificadas en piedra de sillería, rematada con cornisa moldurada, cubierta a cuatro aguas -con cuatro vertientes inclinadas-, engalanada con dos pináculos -uno en cada esquina-, ventanas cuadradas y una puerta principal en forma de arco de medio punto.
En sus orígenes, se trataba de la morada de una antigua familia infanzona de la Comarca, por lo que el inmueble cuenta con un escudo de armas colocado en la fachada principal que, en la actualidad, se trata de un elemento reconocido como monumento nacional.
En la parte sur del inmueble, a lo largo del Siglo XIX, se adosó una casa con una balconada corrida, al más puro estilo montañés, tradicional de la zona, habitada recientemente.
Un edificio solemne, adscrito al patrimonio arquitectónico del Valle de Toranzo, con una historia que se flagra a lo largo y ancho de la propiedad.
En la actualidad, La Torre de La Sierra o La Torre de Iruz se ha venido desarrollando como posada, con cocina profesional, bar- restaurante y todos los servicios modernos.
La Torre ha sido restaurada recientemente piedra a piedra para mantener la esencia, además de actualizarse con mejoras, tales como placas solares, depósito de gas propano, aire acondicionado frío y calor en todas las habitaciones, etcétra.
Cuenta con una superficie de más de 700 metros en cuatro plantas; la principal con comedor para cuarenta comensales, horno de leña castellano, amplia cocina y barra de bar, además de tener acceso al porche acristalado. La segunda y tercera planta albergan las siete habitaciones dobles en suite, además de una sala de estar y un magnífico salón desde el que disfrutar de todo el valle. En la planta sótano dispone de un gran espacio diáfano con zona para lavandería, cámaras y calderas. Dispone, también de aparcamiento privado en su interior. Todo ello en más de 6.000 metros cuadrados de finca.
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